Postal de viaje
Los días
El viaje continúa, los días pasan. Cada intervalo de tiempo simboliza una nueva puntada de nuestro tejido colectivo. Poco a poco se hilan nuestras historias originarias de diferentes puntos del continente y continúo sintiéndome habitante de la Torre de Babel de los acentos. Además, contempló como nuestras historias se hilan, nuestros acentos se funden y adoptamos nuevas palabras, nuevos significados. El trueque cotidiano de pensamientos nos revela nuevos mundos, se descubren nuevas perspectivas y los personajes que me rodean se transforman en guías con la posibilidad de revelar nuevas incógnitas y caminos.
Al compás de las puntadas vamos creando vínculos sociales al igual que elaboraciones intelectuales; transformándose la puntada anterior en base esencial para la siguiente. Simbolizando el río de palabras que navega por esta página un pequeño fragmento de nuestras elaboraciones colectivas que pretende considerar las historias de los otros, desde las construcciones colectivas que alcanzamos hoy y de las las puntadas anteriores: los días transcurridos.
La mañana
Discutir a lo largo de la mañana de hoy acerca de la distinción entre una droga y una medicina, específicamente entre una medicina y un veneno, nace de nuestra aproximación al cuerpo desde una mirada telescópica enfocada en nuestro Universo neuronal. Teniendo la posibilidad de visualizar que el comportamiento de la dopamina que posee la coca y que la “convierte” en veneno, es el mismo comportamiento que tiene la dopamina del chocolate en el cuerpo. Por lo tanto, la distinción entre un veneno y una medicina es juiciosamente establecida a partir de la dosis y la frecuencia con que se ingiere. Ya que esto determina las dimensiones con que interfiere una sustancia en el funcionamiento del cuerpo. Sin embargo, este análisis sería muy simplista si desconocemos que está categorización tiene una gran influencia de la opinión social, moral, médica y criminal con respecto a la adicción. Sin olvidar la influencia mediática en la creación de estereotipos, de identidades socialmente aceptadas y otras excluidas.
La tarde
Podría decir que cuando el sol estaba a punto de esconderse, pero en Cuernavaca el atardecer tarda un poco más en llegar, recibimos la visita de ReverdeSer Colectivo. Organización que nace en 2011, conformada por un grupo de jóvenes que después de la muerte del hijo del poeta Javier Sicilia decidieron trabajar conjuntamente en la construcción de comunidad, haciéndole resistencia al miedo. Sus ejes de trabajo podría decirse que son esencialmente tres, particularmente enfocados en la prevención de riesgos.
El universo de las drogas que es un programa informativo.
Análisis de sustancias, realizado en festivales musicales, fiestas y otros encuentros masivos. Configurándose como estrategia de prevención para que el consumidor reconozca la calidad del producto que está ingiriendo y la dosis que sería recomendada para su organismo. A su vez está iniciativa de una u otra forma se inspira en los programas para minimizar los daños impulsada por Suiza desde los 80’s
Trabajó con familias afectadas por La guerra contra la drogas, escuchando los testimonios de las víctimas y en búsqueda de la verdad. Para que a partir de la memoria histórica se reconozca y no se vuelva a repetir lo ocurrido. Además, en alianza con la Red de Estados Nacionales, contribuyen con la búsqueda de desaparecidos.
Dentro de su propuesta situada en el limbo entre la legalidad y la legalidad los miembros ReverdeSer Colectivo reconocen la importancia de exigirle al Estado garantías de seguridad personal y colectiva. A su vez, han decidido respaldarse a partir de los medios de comunicación y otras organizaciones privadas nacionales o transnacionales. Siempre teniendo en cuenta que la resistencia implica un riesgo por sí misma.
Podría opinarse que su mirada con respecto al consumo de drogas es particularmente liberal, basándose en el principio de mi cuerpo mi desición. No obstante, ante su consumo plantean tres aspectos que deben ser tenidos en cuenta la calidad de las droga, el contexto, y finalmente el estado físico y el ánimo de las personas.
Nuevas preguntas
Por lo tanto, para comprender un poco más acerca de la narrativa que envuelve el día de hoy ¿Drogas o medicinas?: la reducción de daños. Resulta oportuno pensar en formas más juiciosas de abordar esta compleja distinción entre una droga y una medicina. Intentando esbozar un panorama donde existan nuevas alternativas con respecto a la mal llamada Guerra contra las drogas. Obedeciendo los nuevos planteamientos, por un lado, a nuestra naturaleza humana de sentir placer. Pero, por otro, que no se camuflen en un consumo absolutamente libre ya que esto posibilitarían la construcción de un discurso donde las drogas se convertirían en el culpable absoluto para justificar la carencia de recursos de ciertos grupos sociales, siendo entonces las “culpables absolutas” de las desigualdades sociales. Cuando otros aspectos diferentes a las drogas inciden en está problemática social. Finalmente, dentro este panorama de posibilidad, al legalizar las drogas es relevante no repetir la misma historia donde los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres, cuestión que podría suceder si la producción de drogas se limitará a ciertas industrias farmacéuticas de países con políticas extractivistas.
Sigue siendo constante el espíritu común de que estar en este espacio y tiempo determinado representa una esperanza colectiva. El anhelo de La Paz y la construcción de nuevas alternativas frente a las múltiples problemáticas que nacen a partir de la Guerra contra las drogas.
-Sofía, Bogotá, Colombia.